Un ciudadano británico, Jame Blake, ha celebrado su despedida de soltero en Benidorm junto a sus amigos y, durante la misma, pagaron a un vagabundo para que se tatuara. Este hecho ha provocado la indignación general.
Según explica a varios medios británicos Karen Maling Cowles, presidenta de la Asociación Empresarial Británica de Benidorm, el grupo pagó 100 euros a Tomek, un sin techo de origen polaco que duerme en las calles de Benidorm, para que se tatuara en la frente el nombre y la dirección del joven que celebraba su última fiesta de soltero.
El tatuaje no pudo completarse debido al gran dolor que sintió Tomek. Cowles ha asegurado a The Guardian:«Es un nivel humano repugnante; podría ser mi hijo. La comunidad está disgustada con esto y muchos turistas también», afirmaba.
El novio asegura que él no tuvo nada que ver y que el joven que aparece en las fotos mientras se le tatúa en la frente su nombre no es un vagabundo.