«No ha quedado acreditado mínimamente la existencia de indicios de delito de deslealtad profesional ni de falsos testimonios». El último reducto de secreto de sumario en el ‘caso Cursach’ se acaba. El juez instructor que asumió la causa tras la recusación de Manuel Penalva, Miquel Florit, ha levantado el secreto y archivado al mismo tiempo sobre una pieza abierta hace dos años y que había desatado una riada de rumores y de sospechas sobre abogados.
Esta pieza se abrió el uno de junio de 2016 y se declaró secreta por el entonces instructor. Se investigaban delitos de estafa procesal y de obstrucción a la justicia. Cuando se levantó el secreto del grueso de las actuaciones todavía se mantuvo sobre esta parte ya que, según el auto que se dictó, sólo afectaba de forma «tangencial» a la parte principal. No obstante, desde entonces, se prorrogó cada mes la medida. Ahora, de forma abrupta, se cierra sin más este fleco. De él se habían extraído antes otras dos piezas separadas, una de ellas la que tiene que ver con la denuncia falsa de ‘la madame’ y otra a raíz del frustrado cambio de declaración de ‘El Ico’, en la que se investiga al letrado Vicente Campaner.
El resto de investigaciones se cierra después de un escrito del fiscal Carrau que solicitaba al magistrado el archivo provisional y el levantamiento del secreto. Los distintos secretos en torno al caso se han prolongado casi cinco años.