La Policía de Palma ha mostrado en sus redes sociales una inusual actuación: la limpieza de un grafiti a cargo de su autor poco después de realizarlo sobre la pared de un inmueble.
Al parecer los agentes del cuerpo municipal sorprendieron a un hombre que acababa de 'firmar' una pared con su huella de pintura, y emprendieron las oportunas diligencias para sancionar esta actitud.
Sin embargo, y para sorpresa de los policías, el grafitero mostró un gran arrepentimiento por sus hechos.
Este fue tanto que, ataviado con un trapo y un producto especial, borró su dibujo de la pared, mientras uno de los agentes lo alumbra con una linterna, una acción positiva que no obstante no evita la correspondiente sanción por su conducta incívica.