La Guardia Civil cerrará su cuartel del Pont d'Inca, en Marratxí, debido al mal estado de las instalaciones. Los 53 agentes y mandos serán trasladados de forma temporal a la Comandancia de Palma, a la espera de que ese municipio pueda volver a tener un acuartelamiento propio.
A finales de 1999 la entonces delegada del Gobierno, Catalina Cirer, inauguró el cuartel, que era un antiguo edificio cedido por AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea). En la actualidad, en el puesto principal la plantilla está compuesta 49 guardias civiles, de los cuales el jefe es un teniente y hay dos sargentos y dos cabos. Además, hay una Patrulla de Protección de la Naturaleza (PADRONA), formada por otros cuatro agentes. Los 53 guardias civiles serán trasladados de forma temporal a la Comandancia de Palma mientras se decide si Marratxí vuelve a tener cuartel o, como ocurrió en Bunyola o Santa María, una vez cerrado el acuartelamiento ya no han vuelto a tener puesto principal.
La Benemérita lleva a cabo una gran labor en Marratxí, donde hay serios focos de delincuencia que hasta ahora se mantienen a raya por la presión de los investigadores. Las dependencias beneméritas actuales hace años que se encuentran en un estado lamentable, con grietas y daños estructurales en el edificio.