El juzgado de guardia en Puerto de la Cruz (Tenerife) no tiene previsto abrir ninguna diligencia contra la mujer que fue sorprendida el martes en un taxi cuando llevaba en su regazo un feto muerto, tras haberse acreditado que sufrió un aborto espontáneo y que hizo lo que le recomendaron en el 112.
La Policía intervino en este asunto alertada por el taxista, que telefoneó a las autoridades al ver la situación en la que se encontraba la mujer, una joven de 27 años acompañada en ese momento por un niño de cuatro.
Según ha informado este viernes el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, el atestado policial que ha sido entregado al juez de guardia en la ciudad incluye la grabación de una llamada que la mujer hizo al 112.
La mujer había abortado de forma espontánea y llamó a los servicios de emergencia al comprobar que el feto, de entre 16 y 20 semanas, estaba muerto.
«Al otro lado de la línea, conforme se escucha en la grabación, un técnico le dijo que, si ella no había sufrido una hemorragia que aconsejara su ingreso hospitalario, o bien tiraba el cuerpo a la basura o bien lo envolvía en una manta y lo metía en la nevera y al día siguiente lo llevaba a un hospital», explica el TSJC.
El juzgado de guardia entiende que la mujer -vecina de la isla de La Palma- actuó en todo momento conforme a las indicaciones del técnico que le atendió la llamada.
El TSJC precisa que el juzgado que este viernes está de guardia en Puerto de la Cuz no es el encargado del caso, sino que de él se ocupa otro órgano de instrucción, que «tendrá la última palabra».