El hombre que retenía a cuatro niños desde el domingo en Orlando puso un dramático fin al confinamiento asesinando a los pequeños antes de que él mismo se quitara la vida en un suceso que comenzó con una llamada denunciando un caso de violencia doméstica y un agente tiroteado, según informa 'The New York Times'.
Este medio neoyorquino indica que Gary Lindsey Jr., de 35 años, fue descubierto muerto en un armario alrededor de las 21.00 horas de este lunes, después de que las autoridades entraran al apartamento donde se había atrincherado con los niños, de 1, 6, 10 y 11 años.
Solo dos de ellos eran sus propios hijos, según explicó un portavoz del Departamento de Policía de Orlando, en una rueda de prensa el lunes por la noche, sin especificar más datos sobre los otros dos menores.
Aún no está claro cuándo fueron asesinados los niños, pero esta fuente agregó que cuando los oficiales intentaron proporcionarle un teléfono para comunicarse mejor con él se dieron cuenta de que al menos un niño había muerto. Posteriormente accedieron a la vivienda y realizaron el trágico hallazgo.
La pareja de Lindsey denunció un presunto caso de violencia de género y al acudir un policía al domicilio el hombre lo recibió a tiros, causándole heridas de diversa consideración. Se trata de un individuo con diversos antecedentes por episodios violentos que le habían ocasionado numerosos arrestos en los últimos años.