Un funcionario que ha declarado este jueves como testigo ante el juzgado de instrucción que lleva el caso Sancus/Cursach ha defendido que la ex directora general de Turismo, Pilar Carbonell, no favoreció ni aceleró la tramitación del expediente del Megapark.
El testigo, que ha sido propuesto por la defensa de Carbonell ha manifestado que fue él quien hizo los informes y que Carbonell se limitó a firmarlos, según han informado fuentes judiciales.
Por su lado, Carbonell ha negado en distintas ocasiones las acusaciones que señalan a que habría dado «un trato de favor exclusivo y preferente» al Grupo Cursach al acelerar trámites administrativos.
«Nunca he favorecido a nadie, ni a este grupo ni a otro», dijo en declaraciones a los periodistas. Carbonell defendió que las llamadas telefónicas entre ella y el directivo del grupo Bartolomé Sbert, que aparecen en un informe policial, eran «parte de su trabajo» y su «día a día».
Por su lado, el Govern informó en octubre que el expediente relativo a las mejoras del aislamiento térmico y acústico, disminución de contaminación lumínica, redistribución interior y eliminación de plazas de aparcamiento de la cubierta del Megapark se inició el 05/11/2015, y se resolvió el 01/18/2016, dos meses y medio después.
De esta manera, el Ejecutivo autonómico destacó a principios de octubre del año pasado que Carbonell tuvo un «papel activo» a la hora de detectar las presuntas irregularidades, de actuar contra ellas y de ponerlas en conocimiento de la justicia.
Según indicaron, en este caso concreto, como en cualquier otro, el gerente del grupo Cursach, Bartolomé Sbert, charló con la directora general para interesarse por su expediente. Así, Carbonell «únicamente le informó del estado de la tramitación».
«En ningún momento se hizo un trato de favor ni se forzó ningún procedimiento, por parte de la directora general», resaltaron.