Un hombre acusado de una agresión sexual a una nieta de su pareja cuando ella tenía 14 años, para quien piden 18 años de cárcel, ha admitido este viernes en la Audiencia de Palma que abusó de la niña un día que estaba dormida en el sofá, pero ha negado que la penetrara, como ha relatado ella ante el tribunal.
En el juicio que ha quedado visto para sentencia ante la sección primera de la Audiencia de Palma, el fiscal ha pedido una condena de 18 años de prisión por agresión sexual a una nieta de su pareja cuando ella tenía 14 años y por de abusar años antes de otra nieta, cuando tenía 13 años, haciéndole tocamientos. La defensa ha pedido una condena de 4 años por abusos.
En su declaración, el acusado ha admitido que el día de la supuesta agresión se puso sobre la joven cuando dormía en el sofá y la tocó. Ha dicho que se puso un preservativo en el que eyaculó, pero ha negado que la penetrara y ha dicho que solo la rozó. Respecto a la otra menor, ha dicho no recordar si le hizo tocamientos.
En el turno de última palabra, el acusado ha pedido perdón a las víctimas.
La víctima de la supuesta agresión ha relatado que ese día no fue al colegio y se quedó en casa de su abuela porque tenía fiebre. Ha contado que estaba durmiendo en el sofá cuando la pareja de su abuela se puso encima de ella y la violó.
El informe de los forenses que la exploraron ese día no descarta que sufriera una violación con penetración.
Una especialista de la Unidad de Valoración de Abuso Sexual ha explicado ante el tribunal que el relato de la joven es creíble y una psicóloga que la atendió tras lo ocurrido ha señalado que la menor sufría sintomatología acorde con haber sufrido una agresión sexual.
Otra técnica del área de Menores que ha declarado como testigo ha detallado que la menor tenía miedo del acusado y sentía rechazo hacia él.
Su hermana mayor ha relatado que la menor la llamó por teléfono y le contó que la pareja de su abuela la había violado. Por su parte ha relatado al tribunal que años antes el hombre le había realizado tocamientos un día que dormía en el sofá de casa de su abuela.
Las dos han relatado al tribunal que antes de la violación, y salvo por el episodio en que hizo tocamientos a la mayor de ellas, tenían buena relación con el acusado a quien querían como a un abuelo.
El fiscal considera acreditado que hubo una violación por la persistencia y solidez del relato de la víctima y ha asegurado en su informe final que la versión del acusado de que no hubo penetración «no tiene la más mínima credibilidad» como revela que utilizara preservativo.
El acusador público aprecia que hubo intimidación por la corpulencia del acusado y porque la víctima era una niña, que se quedó paralizada por el miedo, así como prevalimiento por el abuso de la relación de parentesco ya que ocurrió en la casa de la abuela y cuando la niña tenía 14 años.
En cuanto al abuso sexual sobre la otra menor, también ha destacado la contundencia del relato de la víctima y detalles como que la tocara por debajo de la ropa.
El fiscal ha mantenido la petición de una condena de 18 años para el acusado, 5 de libertad vigilada y de que indemnice a la víctima de la agresión con 30.000 euros, y ha elevado la petición de alejamiento, ya que ha solicitado que se le prohíba comunicarse ni acercarme a menos de 500 metros de ellas por 5 años después del cumplimiento de la pena de prisión.
La defensa considera el testimonio de la víctima falto de consistencia y niega que hubiera tocamientos.