La prostitución y el tráfico de drogas son una de las principales lacras de Punta Ballena, donde trabajadores y residentes salen a la calle para alzar la voz. Están hartos con los problemas que ocasionan a los turistas y que advierten que ha hecho que la depresión se instale en puntos que años atrás eran imprescindibles en la vida nocturna de Magaluf.
Para decir basta prevén movilizarse de forma periódica para tratar de alejar a las prostitutas. Esta pasada madrugada estaba prevista la primera actuación, aunque la iniciativa podría repetirse las próximas noches.
Los trabajadores de los locales y los vecinos quieren que con sus concentraciones en plena noche las prostitutas no tengan otra opción que marcharse. Residentes británicos lamenten los problemas que ocasionan a sus compatriotas. Además, inciden en que la venta ambulantes se ha multiplicado y muchas veces ejerce de tapadera para el tráfico de drogas. «Nos sentimos abandonados», apuntan varios empresarios, que lamentan que toda esta actividad delictiva se traduzca en pérdidas paras sus negocios. «Se nota que está viniendo menos gente que otros años», concluyen.