El preso de la cárcel de Palma que el lunes se fugó durante una excursión tutelada por el Port des Canonge cumplía condena por varios atracos y hurtos. Se trata de un argelino de 21 años que después fue detenido por la Guardia Civil y que ahora perderá los beneficios penitenciarios que había acumulado.
Tal y como adelantó en primicia Ultima Hora, el grupo que se desplazó a Banyalbufar estaba compuesto por internos de la cárcel, monitores y funcionarios, y la excursión estaba programada por la zona de sa Volta des General.
Los presos que participan en este tipo de salidas deben cumplir unos estrictos requisitos en cuanto a beneficios penitenciarios y suelen estar a punto de obtener el tercer grado, tal y como ocurría con el joven magrebí. A eso de las cinco de la tarde, el presidiario puso una excusa para descolgarse del grupo: «Necesito hacer mis necesidades», y tras recibir la autorización se alejó unos metros.
Los responsables de la visita esperaron un tiempo prudencial y cuando vieron que no volvía se preocuparon, fueron al lugar por donde se había marchado, y no lo encontraron. En los primeros momentos temieron que se hubiera desorientado, pero después llegaron a la conclusión de que se había dado a la fuga aprovechando esos minutos en los que había estado solo. La Comandancia de la Guardia Civil fue informada de lo ocurrido y hasta el Port des Canonge se desplazaron patrullas terrestres, que controlaron las carreteras de entrada y salida. Desde el aire, el helicóptero de la Benemérita sobrevoló los acantilados del puerto y sobre las 19.00 horas reparó en un individuo sospechoso, que resultó ser el magrebí fugado. Rápidamente descendieron del aparato los agentes del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña), que lo rodearon y procedieron a su detención. El convicto no intentó escapar de nuevo y tampoco ofreció resistencia. Fue subido al aparato y lo trasladaron de vuelta al penal.