La Guardia Civil ha detenido a un varón de 47 años de edad, vecino de Baena, como presunto autor del homicidio del anciano de 81 años de edad hallado muerto el domingo en su casa del citado municipio cordobés, según han confirmado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación.
Al respecto, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Baena tiene en su poder el informe preliminar de la autopsia realizada al hombre y apunta como causa de la muerte a «una parálisis de centros vitales nerviosos por hemorragia endocraneal secundaria a traumatismo cráneo facial y encefálico».
Así lo han confirmado desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que han indicado que la Fiscalía ha solicitado al juzgado que «decrete el secreto de las actuaciones».
En relación con este caso, el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, ha confirmado que el hombre de 81 años de edad encontrado muerto con aparentes signos de violencia en su vivienda residía solo, al tiempo que ha comentado que una mujer que le iba a llevar la comida avisó del suceso, que ha calificado como «terrible y trágico».
Ante ello, ha pedido «dejar a la Guardia Civil que con toda la confianza esclarezca este terrible suceso», por el que ha transmitido sus «condolencias a los familiares de la víctima», que «presentaba signos de violencia en su cuerpo».
Al respecto, el Instituto Armado recibió el aviso entre las 12,15 y las 12,30 horas, aproximadamente, del domingo, tras lo cual localizaron el cadáver en el interior de la vivienda y sobre las 18,00 horas se procedió a su levantamiento y traslado al Instituto de Medicina Legal de Córdoba, según informaron a Europa Press fuentes cercanas a la investigación.
TESTIMONIOS DE VECINOS
En concreto, el fallecido era una persona conocida en el municipio, porque cuando estaba activo se dedicaba a realizar rifas de espárragos y actividades similares. Era viudo desde hace unos siete años, vivía solo y no tenía hijos, aunque sí un hermano.
La persona encargada de llevarle la comida tocó a la puerta y, al no recibir respuesta, miró a través de una ventana y vio los pies en el suelo. En ese momento pensó que se había caído y acudió a la Policía Local, que cuando entró descubrió el cuerpo tirado en el suelo boca arriba, con heridas en la cabeza y en un charco de sangre.
Los vecinos lo describen como un hombre «bueno» que ayudaba a todo el mundo con lo que podía. Algunos cuentan que hace solo dos meses le entraron a robar por la ventana. Otros añaden que hace unos años fue por el patio, que tiene los muros muy bajos, y agregan que durante el día tenía siempre la puerta abierta, porque era un hombre muy sociable.