Adolfo Vargas, el padre del bebé del mismo nombre que fue trasladado en estado crítico de Mallorca a Madrid por el Ejército del Aire, solo tiene palabras de agradecimiento para los profesionales que salvaron la vida a su hijo, que en estos momentos se encuentra estable y sigue luchando por salir adelante.
«Lo de los médicos y personal de Son Espases ha sido increíble: no de diez, lo siguiente. Se han portado maravillosamente con mi hijo y mi familia y yo estamos muy agradecidos», explicó a Ultima Hora.
«El máximo responsable de la UCI de Pediatría pasó 30 horas seguidas pendiente de mi hijo, casi sin descansar. Y otros profesionales del hospital vinieron a trabajar para ayudar aunque no les tocaba. No tenemos palabras para expresar nuestro agradecimiento por todo lo que han hecho».
El pequeño Adolfo empezó a sufrir unas fiebres altas hace un mes y medio y los médicos le diagnosticaron de un virus. Su estado empeoró y de vuelta en Son Espases detectaron que padecía una neumonía grave. Quedó ingresado y después pasó a la UCI. Fue operado, pero no mejoró. Hace una semana le costaba mucho respirar y la familia fue informada de que su vida estaba en peligro.
El domingo tuvieron que realizarle dos drenajes de urgencia y ante la posibilidad de que el bebé falleciera se decidió por una opción arriesgada: trasladarlo en un avión militar CASA C-295 para que le realizaran la Técnica de Oxigenación Extracorpórea (ECMO). Después fue trasladado al hospital madrileño para continuar con el tratamiento.
Antes, llegó a Palma un equipo de médicos de ese centro y a las dos de la madrugada de este martes se inició el traslado del menor. El riesgo era muy alto, pero la situación del bebé era crítica y no quedaban más alternativas. El vuelo, por fortuna, transcurrió sin sobresaltos y aterrizó en la base militar de Torrejón.
Después, sobre las siete de la mañana, la ambulancia llegó al hospital de la capital. A esa hora, en un vuelo regular procedente de Palma, llegó también el padre de Adolfo y otros familiares para estar cerca del bebé. La colaboración del Ejército del Aire con los profesionales médicos y las ambulancias del Samu-061 fue clave para salvarle la vida.