Los británicos que introducían dinero falso en Magaluf llevaban una camiseta blanca de una despedida de soltero: «Marty, el juego se ha terminado, amigo». La silueta negra de una mujer que sujeta con un collar a un hombre a gatas acompaña la frase.
La Policía Local de Calvià y la Guardia Civil les ganaron la partida. Les detuvieron el pasado martes cuando ya llevaban más de 4.000 euros acumulados. Timaron a algunos bares de copas de Punta Ballena. La jugada era magistral. Pagaban con billetes falsos y se quedaban con el dinero legal del cambio. La despedida de soltero perfecta. Les iba a salir gratis. Era su idea.
Los cuatro sospechosos, que formaban parte de un grupo que iba de despedida de soltero, cayeron en la casilla equivocada. Un comerciante pilló sus trampas como el que juega a Monopoly. Le habían colado billetes de 20 euros falsos y avisó a la Policía Local.
Los agentes interceptaron a dos de los británicos con cinco billetes de 20 euros falsos y una dosis de cocaína y marihuana. Los policías les acompañaron a su apartamento para comprobar su pasaporte. Allí descubrieron el pastel. Observaron que sacó más billetes falsos de la caja fuerte de su habitación. La Guardia Civil hizo el resto. Registró los pisos donde se alojaban los detenidos y se incautó de 40 billetes de 20 euros falsos, tres mil euros en billetes de curso legal y 1.000 libras esterlinas.
El juez de Instrucción 7 de Palma les tomó declaración el miércoles y los dejó en libertad con cargos. Los cuatro jugadores británicos eludieron la prisión, pero el juego se había terminado. Para Marty y para ellos.