Los comerciantes del polígono de Son Castelló están a punto de estallar. «No aguantamos más. Estamos desesperados y la pasividad policial y del Ayuntamiento de Palma es total. Cualquier día habrá una desgracia o una muerte y luego se lamentarán», apuntan los perjudicados.
Desde hace unos años, decenas de jóvenes -borrachos y drogados- acuden todos los fines de semana para hacer botellón e iniciar la marcha a la calle Gremi Sabaters del citado polígono. Concretamente, lo que hacen es introducirse en un pasaje particular ubicado a la altura del número 19 de la citada calle.
«Nos encontramos de todo. Preservativos, jeringuillas, botellas, compresas, etc... no tienen ningún problema en orinar y defecar en las puertas de nuestros comercios y los enfrentamientos son constantes», señala Francina, una de las afectadas.
«El problema es que muchos días, a las seis de la mañana, cuando los trabajadores del polígono comienzan su actividad profesional, se encuentran a decenas de jóvenes borrachos y drogados delante de las puertas de sus comercios. Si les decimos algo no tienen ningún problema en enfrentarse a nosotros y agredirnos. La Policía Local no hace nada. Cuando les llamamos nos dicen que los chicos en el polígono no molestan a nadie», concluyen.
Finalmente, también se ha denunciado la proliferación de talleres de africanos que arreglan coches en la calle tirando el aceite a la vía pública. Emaya por su parte, no realiza la limpieza de pasajes particulares.