Julián C. V. acumula un conflictivo historial en su hoja de servicios. Actualmente estaba destinado en el punto verde, no llevaba arma y tampoco intervenía en asuntos graves.
En 2010 fue imputado por negarse a una prueba de alcohol y tenía antecedentes de 1986 por un delito contra la libertad sexual. Tras detenerlo el pasado jueves, los agentes inspeccionaron su domicilio y el de sus padres, donde tenía escopetas de caza que han sido requisadas.
A la cárcel sin fianza
La jueza de guardia de Manacor ordenó este sábado el ingreso en prisión del policía local de Son Servera detenido por intentar estrangular a su pareja con un fular tras una discusión doméstica. El arrestado, Julián C. V., de 59 años de edad, fue presentado el sábado por la mañana ante el Juzgado de Instrucción 3 de Manacor, que se encontraba en funciones de guardia. Tras comparecer ante la jueza se decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza, acusado de un presunto delito de tentativa de homicidio. A primera hora de la tarde fue conducido hasta el centro penitenciario de la carretera de Sóller.
En su declaración ante la Guardia Civil, el policía local detenido había negado los hechos, aunque había indicios y la víctima presentaba lesiones que supuestamente lo implicaban en el intento de homicidio de su pareja, de 37 años.
Agresión
El ataque se produjo el jueves por la tarde, Día Internacional de la Mujer, después de que el policía y su compañera volvieran a su casa tras una comida con unos amigos. La pareja inició una discusión y el agente la atacó con violencia. Acto seguido, según la denuncia de la víctima, la intentó estrangular con un fular. La víctima pudo escapar, salió a la calle y se dirigió al PAC de Son Servera, donde recibió asistencia médica.
Al narrar lo ocurrido se puso en marcha el dispositivo policial para localizar al agresor. La Guardia Civil buscó el vehículo particular del sospechoso y sus compañeros de la Policía Local contactaron con él para que se entregara. Al final fue encontrado y detenido. En un primer momento adoptó una actitud chulesca aunque no ofreció resistencia.
Los agentes lo trasladaron a las dependencias beneméritas para que prestara declaración. Julián C. V., en sede policial, negó los hechos. Pasó dos noches en los calabozos y este sábado por la mañana fue entregado en el juzgado de guardia. De allí después fue trasladado a prisión por protagonizar un nuevo caso grave de violencia machista.