El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería ha absuelto a una madre a la que la Fiscalía pedía ocho meses de prisión tras la denuncia efectuada por su propia hija después de que ambas discutieran porque la menor se negaba a ordenar su habitación, sentido en el que se originó una riña entre ellas en la que la madre, como reprimenda, quiso quitarle las zapatillas de deporte que le había regalado en su cumpleaños.
Según el fallo, consultado por Europa Press y contra el que cabe recurso de apelación, la menor denunció a su madre porque, según su versión, al intentar quitarle una de las zapatillas que llevaba puestas «se alteró, cogió un cuchillo y la hirió» en el tobillo izquierdo con varios cortes; lo cual no quedó demostrado durante el juicio, en el que se dieron importantes contradicciones en los testimonios y en relación a las pruebas periciales.
La abogada de la defensa, Estefanía Molina, ha explicado que durante la exploración física el forense determinó que «no existía ninguna herida de arma blanca» que pudiera derivarse de los hechos manifestados por la adolescente. Asimismo, la letrada ha apuntado que durante la tramitación del caso, el juez no decretó «ninguna orden de protección a la menor ni de alejamiento entre la madre y su hija».
La juez destaca en su sentencia las versiones «completamente contradictorias» de la acusada y la denunciante, sobre quien la magistrada advirtió la posible existencia de «móviles espúrios» por el contexto de los hechos, ya que la chica admitió en sala que la relación con su madre «no era buena» y quería «vivir con su padre».
En esta línea, destaca la juez que el deseo de la menor de vivir con su padre fue el motivo «por el que finalmente denunció» a su madre dos semanas después de los hechos, puesto que, previamente, «hablaron con ella y le pidieron un cambio de custodia, pero no aceptó».
Asimismo, señala la «mala relación personal» que existe entre los progenitores al igual que el «gran lapso de tiempo» que existe entre los hechos y la denuncia que puso la menor acompañada de su padre, quien también declaró. Sobre este aspecto, la abogada de la madre ha manifestado que solicitará que se deduzca testimonio contra el padre de la menor por haber declarado «falsamente» a favor de ella.
La menor presentó también un parte de lesiones en relación a los cinco cortes lineales que tenía tras el tobillo y que supuestamente le habría realizado su madre mientras que ella habría estado «inmovilizada» por la mujer, si bien la declaración del forense sobre la disposición de las heridas advirtió que era «difícil» que estas se hubieran producido «durante un forcejeo con la pierna en movimiento».
Igualmente, la forense advirtió tras ratificarse en su informe que las heridas que presentaba la menor, por su disposición, estarían en una zona «que taparía un pantalón pegado» como el que llevaba la joven el día de la discusión con su madre, cuando vestía unos leggins.
Ante estas pruebas, la juez señala las «serias dudas» que existen para establecer una condena sobre la madre tras la versión ofrecida por la hija, quien incluso reconoció que su madre «nunca le ha agredido anteriormente» así como que habitualmente «dormía en el cuarto de su madre, porque el suyo estaba muy desordenado».