El conductor kamikaze que provocó la muerte de su hermano en la autopista de Inca conducía bajo los efectos del alcohol. Brasly Geovanni Ávila Alvarez, de 21 años, según información oficial facilitada por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, cuadriplicaba la tasa de alcoholemia permitida. Concretamente, las analíticas en sangre remitidas por el hospital de Son Espases a la autoridad judicial concluyen que la tasa era de 2.02 gramos por litro en sangre. En España la ley no permite la conducción de vehículos si la tasa de alcoholemia supera los 0,5 gramos por litro en sangre (o 0,25 mg/l de aire espirado).
El conductor que conducía en contra dirección permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El paciente evoluciona favorablemente dentro de la gravedad y se encuentra fuera de peligro. Por su parte, la Benemérita está a la espera de recibir la autorización por parte de los médicos del centro hospitalario para poder interrogar al sospechoso y proceder a su detención por un presunto delito contra la seguridad vial con resultado de muerte.
Por otro lado, la joven conductora Miquela Torrens Terrassa, de 19 años, se recupera en planta de sus lesiones. La chica que circulaba correctamente por su carril se vio sorprendida por la conducción temeraria de Brasly.