El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha acordado dejar en libertad a tres de los detenidos por supuesto yihadismo en Inca, Ariany y Binissalem el pasado mes de junio. De los cuatro detenidos, por tanto ya sólo uno permanece en una prisión de la Península, donde fueron internados tras la operación que llevó a cabo la Policía Nacional.
La puesta en libertad se produce después de que hayan aportado más datos para desmentir su colaboración con el Daesh. Además, desde su arresto ha avanzado el análisis del material informático que se les intervino. En otros casos, como en el del joven Mohamed Harrak, que fue absuelto de integración en la organización terrorista, se ha mantenido la medida cautelar de privación de libertad hasta la celebración del juicio. No ha ocurrido así en esta ocasión.
Las tres personas que han quedado en libertad, Abdelkader Mahmoudi, Ali Mtioui y Abderrahaman Farid, habían sido investigadas a raíz de que la policía localizara una serie de contenidos subidos por ellos a internet que, en principio, les relacionaban con el terrorismo islamista. Sobre uno de ellos, incluso se investigaba el haber planeado acciones violentas como un ataque en la plaza del Ajuntament de Inca. También se sostenía que los tres participaban en reuniones clandestinas en las que se adoctrinaba a los asistentes en «contenidos idóneos para su radicalización», según el auto de prisión de la Audiencia Nacional.
Todo el grupo ha negado en sus declaraciones cualquier vínculo con el Daesh.