El juez que instruye la causa por la desaparición y muerte de la joven Diana Quer ve en el comportamiento de la mujer de 'el Chicle' indicios como «encubridora» del crimen, constatando que Rosario R. contactó «ella misma» con agentes de la Guardia Civil para «desviar las investigaciones dirigidas hacia su esposo», a pesar de que «tenía sospechas de su posible participación en el delito».
Así lo recoge el auto redactado por Félix Isaac Alonso para sobreseer la investigación que hasta este martes pesaba sobre la mujer de 'el Chicle', y al que ha tenido acceso Europa Press. No obstante, recuerda, este papel de «encubridora» está exento de responsabilidad por tratarse de su cónyuge.
En concreto, el documento expone que, del contenido de la causa, «se desprende una participación activa» de Rosario R. «con el fin de desviar las investigaciones policiales dirigidas hacia su esposo». «Hasta el punto de ponerse ella misma en contacto con agentes de la guardia civil a tal fin», apunta.
Esta actitud contrasta, continúa, con el hecho de que, en su declaración judicial, la mujer manifestase que «le preguntó a menudo» al 'Chicle' respecto a «su posible participación en la desaparición de Diana Quer», lo que «indica que efectivamente tenía sospechas de su posible participación en el delito», así como «conocimiento de que su esposo estaba siendo investigado por el mismo».
No obstante, y aunque el juez reconoce que esta conducta «podría ser moralmente reprobable», ya que «entorpeció notablemente la investigación policial» y «dificultó el esclarecimiento de los hechos», recuerda que la propia legislación reconoce que «quedan exentos de pena los encubridores que lo sean de su cónyuge».
Teniendo en cuenta este extremo, Félix Isaac Alonso decidió este martes sobreseer las actuaciones que pesaban sobre la mujer de José Enrique Abuín Gey, que permaneció una semana como investigada por la muerte de Diana Quer.
Esta decisión se toma, apunta el auto, porque «no constan en el momento actual indicios suficientes respecto a la participación de la investigada como autora o cómplice de los delitos», al tiempo que está «exenta de responsabilidad» como cómplice.
«A pesar de las variadas declaraciones prestadas por la investigada en sede policial, situándose en un primer momento en la noche del 21 a 22 de agosto de 2016 junto a su esposo en la salida de este de su domicilio, posteriormente se retractó de tales afirmaciones, habiendo prestado declaración en tal sentido en sede judicial», dice el texto.
Dicha versión, en la que manifiesta que permaneció en la vivienda que compartía con el presunto autor del crimen, «resulta contrastada por el resto de diligencias practicadas, teniendo especial relevancia a tal efecto por su objetividad el estudio de los datos arrojados por su terminal telefónico, que indican que permaneció en todo momento en su vivienda», añade.
Del mismo modo, el auto recoge que esta versión fue contrastada también por su hermana y su cuñado, que viven en su mismo domicilio y que declararon como testigos. Ambos dijeron que en el momento de ir a acostarse esa noche, Rosario R. se encontraba ya «en pijama», lo que es compatible con que no saliese del domicilio, en el que también se encontraba su hija.
Tampoco en los datos forenses recabados hasta ahora se detecta la «participación de varias personas» en los hechos, lo que «concuerda con lo declarado» por 'el Chicle' y con «su modus operandi».
A tenor de estos datos, el magistrado asegura que no «se considera posible en el momento actual la práctica de diligencias de las que pudieran modificarse tal extremo, las cuales tampoco han sido propuestas», aunque el sobreseimiento se realiza «sin perjuicio que de la instrucción de la causa puedan derivarse nuevos hechos o pruebas que permitan dirigir el procedimiento frente a la misma».