Cinco perros se colaron en una finca situada en las afueras de Inca y provocaron una matanza de ovejas. Los perjudicados, Miquel Martorell y su sobrino Pau Fiol, se encontraron ayer por la mañana «el desastre» y han interpuesto la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, que se desplazó al lugar y realizó una inspección ocular de lo ocurrido.
Pau Fiol explicó que el sábado acudieron a ver cómo estaban las ovejas ya que hay varias que están a punto de parir. Ayer por la mañana regresaron a la finca, situada en el Camí dels Garrovers, en la zona del Puig de Santa Magdalena, y se encontraron la desagradable situación.
«Al llegar había una oveja que se había quedado enganchada en la pared y todas las otras estaban desperdigadas por la finca, muertas, agonizando o malheridas», manifestó Fiol, muy afectado. El perjudicado agregó: «Las habían atacado los cinco bóxers del vecino que también estaban dentro de la finca y su propietario tuvo que venir a sacarlos, nos dijo que tenía seguro, pero no se trata de los 50 o 70 euros que te dan por cada animal muerto, es el disgusto que te llevas y todo el trabajo que hay detrás que se pierde, estos perros han ido directamente al cuello de las ovejas y les han causado un gran sufrimiento. En un árbol había dos polluelos con restos de sangre que se habían subido a una rama huyendo de los perros».
«Lo que denunciamos es la irresponsabilidad de los dueños de perros que se escapan, entran en fincas, atacan a ovejas y luego son prepotentes y se desentienden o te dicen que ya lo pagará el seguro», añadió Fiol, quien destacó que «hace un año ya habíamos tenido un problema con estos perros pero en esa ocasión no mataron ningún animal».