La autopsia practicada el sábado al cadáver hallado en aguas de Santa Ponça determinó que la causa de la muerte fue una asfixia por sumersión, es decir, que murió ahogado.
Los facultativos descartaron mano criminal y tomaron muestras necrodactilares para identificar el cuerpo. Las primeras hipótesis apuntan a que podría tratarse del pescador belga de 34 años que desapareció el pasado 10 de diciembre arrastrado por una ola.