Un clan formado por ocho acusados ha sido condenado por atemorizar a los residentes de un edificio entero de sa Indioteria y okuparlo, entre finales de 2012 y a lo largo de 2013. Los procesados admitieron este miércoles en un juicio una multa de 1.620 euros cada uno por un delito de coacciones. No podrán acercarse a los vecinos del inmueble durante cinco años.
Los miembros del clan, defendidos por el abogado Toni Vidal, reconocieron que okuparon el edificio, situado en la calle Puerta de Santa Margarita. Atemorizaron a todos los que vivían allí para que abandonaron sus casas. Les hicieron la vida imposible. Causaron desperfectos en los timbres, buzones y contadores de luz. Los perjudicados, familias con hijos, tuvieron que pedir protección policial para su día a día.
La Fiscalía recoge en su escrito que los acusados, casi a diario, increpaban a sus vecinos. «Os vamos a meter fuego con los niños dentro, os faltan dos telediarios, nos vamos a quedar con todos los pisos y el barrio». La policía cree que los okupas causaron el incendio de un piso como medida de presión para echar a una de las moradoras.
La pesadilla para los vecinos se alargó hasta finales de 2013. Dos mujeres estaban con un equipo de la cadena Cuatro realizando un reportaje de los desperfectos ocasionados y los miembros del clan las acosaron e incluso llegaron a agredirlas. Dos días después sacaron los plomos del contador de la vivienda de unas de las vecinas y las dejaron a oscuras. La madre de la mujer, a raíz de estos hechos, sufrió un ataque de ansiedad. Las víctimas pasaron una Navidad atípica, encerradas en casa. Por miedo.