Mallorca cuenta con más de 2.000 vigilantes de seguridad repartidos por toda la Isla, 21 empresas de vigilancia y nueve de seguridad. Los profesionales del sector son grandes aliados de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y todo un referente en materia de prevención de actos delictivos.
«Quiero llegar a cumplir mi sueño, ser vigilante de seguridad y poder ayudar a gente. Como todo en esta vida nadie te regala nada, pero si estudias y te preparas puedes llegar a conseguirlo», apunta María Antonia, una de las estudiantes que está cursando actualmente el Certificado de Profesionalidad de Vigilancia, Seguridad privada y protección de Explosivos.
Por su parte, el mallorquín Benny Bestard, director del Gabinete profesional de Seguridad (GPS) se ha convertido en el vigilante de seguridad -en activo- más antiguo de toda España. «Al cumplir 17 años ingresé voluntario en el Ejército en la Brigada de Paracaidistas. Al salir, a los 21 años, decidí incorporarme al colectivo de la seguridad privada. En aquellos tiempos nos llamaban vigilantes jurados porque teníamos que jurar el cargo ante el delegado del Gobierno. Recuerdo que tomé posesión en el año 1.973 y desde ese día he dedicado toda mi vida a este sector», apunta Bestard.
«Con 47 años y los último dos en el paro, estaba desesperado. Tener una estabilidad laboral y económica era mi sueño», comenta Juan Manuel quien lleva más de un año trabajando para una de las empresas de seguridad más importante de España. La demanda de cuerpos de seguridad no para de crecer.
«Constantemente recibimos llamadas de empresas ofreciéndonos puesto de trabajo en toda España; ser vigilante hoy te garantiza casi un puesto de trabajo», comenta Inés Ybarra, directora del centro de Formación Ideas de Palma.
«Hoy en día salir de estudiar y ponerse a trabajar es un valor seguro. Capacitación, estabilidad laboral, hacer lo que a uno le gusta, y la posibilidad de trabajar casi a cualquier edad, hacen de ser vigilante uno de los puestos más deseados», añade.