La erupción del volcán Agung que tuvo lugar el lunes en Bali, Indonesia, no ha dado descanso ni a locales ni a turistas. Ya hay más de 100.000 evacuados y unas 59.000 personas se han visto afectadas por la cancelación de al menos 445 vuelos. Entre las personas afectadas se encuentran Selena Pérez y Eduardo Iordache, dos mallorquines que llevan desde el día 27 atrapados en Bali. Selena nos cuenta: «Teníamos el vuelo a Palma el lunes, justo el día que cerraron el aeropuerto por la erupción. Al llegar allí nos encontramos con todos los vuelos cancelados». Aunque los nativos estaban «como si no pasara nada», la pareja explica que «la mayoría de los turistas estaban preocupados por cómo volver a sus casas».
Tras saber que no podían volar, su aerolínea los llevó a un hotel sin darles ninguna explicación y sólo les pagaron la estancia, por lo que la pareja tuvo que hacerse cargo de las comidas y demás gastos. «Esperábamos noticias al día siguiente y la única noticia que nos llegó es que teníamos que desalojar la habitación porque no se iban a hacer más cargo de nosotros», cuenta Selena. A partir de ahí empezó un infierno para ellos: llamadas y mails a las compañías, facturas de 80 euros para intentar solucionar su problema para que al final «nos dijeran que no podían hacer nada por nosotros... y así estuvimos todo el día, mientras las compañías se pasaban el problema las unas a los otras.
Selena y Eduardo decidieron ir al aeropuerto, donde buscaron el puesto del Consulado español. «No estaba, así que nos atendió Italia y nos facilitó el poder hablar con la Embajada española. Desde allí nos aconsejaron que intentáramos volver a España.
Menorquines
Tres parejas de menorquines también se han quedado atrapadas en Bali a causa de la erupción de Agung. En este caso, el grupo ha tenido que llegar hasta Lombok, isla situada a 2 horas de Bali, para tomar una ruta alternativa que les permita volar hasta Barcelona este sábado.