Las autoridades de Nueva Delhi han abierto una investigación para esclarecer un posible caso de negligencia médica después de que un bebé prematuro, al que se le dio por muerto en el hospital, mostrase signos vitales en el funeral.
El hospital Max de la capital india certificó el fallecimiento de dos mellizos nacidos a las 22 semanas de gestación. En el momento de los rituales funerarios, la familia se percató de que uno de los bebés aún estaba vivo, por lo que lo llevó a un centro médico cercano a la vivienda, en Nangloi, donde ha quedado ingresado en estado crítico.
La Policía ha abierto una investigación y analiza incluso si se ha cometido un delito de homicidio, mientras que el responsable de Sanidad de Nueva Delhi, Satyendar Jain, ha advertido de que se depurarán responsabilidades por un error que ha calificado de «inaceptable», según el periódico Times of India.
Un portavoz del hospital ha asegurado que el centro está «impactado y preocupado por este raro incidente», por lo que también ha anunciado su propia investigación. Como primera medida, ha ordenado el cese inmediato del médico que certificó los fallecimientos y ha ofrecido apoyo a la familia de los recién nacidos.