El trato era que le guardara la droga a un inglés que conoció en una fiesta en un hotel. «Yo no soy tonto. Yo sabía que eran dos paquetes de cocaína», dijo uno de los acusados en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial. «Alguna vez he vendido. No lo voy a negar». El británico que le facilitó la mercancía está en paradero desconocido. La Guardia Civil de Calvià golpeó a la presunta banda de narcotraficantes que suministraba cocaína a los turistas de Punta Ballena. La llamaron la ‘operación Dajú'. El juicio contra los seis acusados arrancó este martes.
La Benemérita se incautó de 4,8 kilos de cocaína en agosto de 2016. El grupo monopolizaba la venta de droga en Punta Ballena. Empleaba a tiqueteros para distribuir la sustancia. La cocaína llegaba a la Isla en lanchas de recreo. De ahí pasaba a domicilios que servían de ‘guardería'. La Guardia Civil encontró parte de la droga en el domicilio que compartían dos acusados en la calle Bernat Amer de Palma. También hallaron marihuana en un garaje de la calle Lope de Vega.
Los agentes detuvieron a uno de los procesados en un taxi. Fue a finales de julio de 2016 y llevaba una mochila con dos kilos de cocaína. «La Guardia Civil me describe como un estratega», protesta en el juicio uno de ellos.
El joven explicó que conoció al supuesto líder de la banda en una fiesta en un hotel de Magaluf. «Por aquel entonces yo estaba bastante musculado y empezamos a hablar de musculación. Él hacía boxeo y manejaba dinero. Le dije que me encantaría trabajar en los barcos y me pidió que le diera mi número», relató el acusado.
Al cabo de 20 días quedaron en un hotel del Paseo Mallorca de Palma y el inglés le entregó la cocaína en una mochila. Había dos paquetes, una bolsa y varios botes con sustancias. «A los 20 días le volví a llamar y le dije que no quería tener esto en casa por los problemas que me podía causar con mi expareja. Él me dijo que no estaba en la Isla».