«He pasado mucho frío. Mucho». El adolescente que desapareció el domingo durante una excursión con compañeros de un centro de acogida por las inmediaciones del Castell de Alaró fue localizado este martes sano y salvo en la montaña de ese municipio, cerca de donde fue visto por última vez.
A eso de las once de la mañana, los obreros de una finca escucharon unos gritos y se lo comunicaron al GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de la Guardia Civil, que llevaba desde primera hora peinando la zona. Los agentes se desplegaron en ese enclave y poco después, junto a una roca, encontraron al menor, que estaba aterido de frío y muy asustado.
El chaval había pasado dos noches a la intemperie, con temperaturas que de madrugada caían en picado, hasta los cuatro grados. «Temblaba y pensamos que podía sufrir hipotermia», contó uno de los funcionarios que participó en el rescate. Los agentes le dieron té caliente, ropa de abrigo y un casco, y empezaron con él el descenso de la montaña.
La primera hipótesis policial era que el menor se había escapado voluntariamente de la excursión, ya que no era la primera vez que lo hacía. Sin embargo, tras entrevistarse con él, los investigadores barajan la posibilidad de que el chico, que iba en cabeza de la excursión, hubiera querido gastar una broma a sus compañeros. Así, se escondió hasta que pasó todo el grupo, con los monitores incluidos, y cuando salió de nuevo al camino los excursionistas ya se habían alejado y se encontró solo y desorientado. El adolescente fue sometido a un examen médico, que descartó que sufriera lesiones graves.