Los cuatro jóvenes que dieron una paliza a un policía nacional en Porto Pi afrontan una petición de la Fiscalía de penas que suman 32 años de cárcel. Ocho años para cada uno. Los acusados y la víctima estaban en un bar de copas del Paseo Marítimo en Halloween de 2015.
Los jóvenes persiguieron al policía, que estaba fuera de servicio, tras un incidente en el interior del local. En las inmediaciones de Portopí, junto a unas escaleras del centro comercial, le agredieron, según del ministerio público.
Los acusados le dieron patadas y puñetazos, sin que el policía pudiera defenderse. El agente intentó impedir que continuaran golpeándole y enseñó su placa. Los acusados le ignoraron. Le arrebataron la cartera y se hicieron con 90 euros. Los jóvenes continuaron golpeándole hasta que se percataron de la gravedad de las lesiones. Los agresores pidieron al agente que les entregara su iPhone 6 para llamar a los servicios de emergencias y se llevaron su móvil.
El agente herido pudo retener a dos de ellos en la parada del autobús hasta que llegó la Policía Local. Los chicos dijeron que un grupo de gente disfrazada de payasos le habían agredido. El policía sufrió numerosas lesiones. Policontusiones, una herida incisa en la rodilla derecha, insuficiencia renal, pérdida de un diente. Estuvo tres días hospitalizado y necesitó 128 para sanar las heridas.
La Fiscalía reclama una indemnización de 20.514 euros por las lesiones y secuelas sufridas, el tratamiento dental, los 90 euros sustraídos y el valor del iPhone 6 no recuperado.