La Policía Nacional celebró este lunes en el patio de La Misericòrdia de Palma el acto institucional de la celebración de su patrón, los Ángeles Custodios. El acto estuvo presidido por la delegada del Gobierno en Balears, Maria Salom, y el jefe superior, Antonio Emilio Jarabo de la Peña. Fue muy criticada la ausencia de última hora del presidente del Parlament, Baltasar Picornell, en señal de protesta por las actuaciones policiales de Catalunya. Su actitud se manifestó a pesar de que ningún policía de las Islas participó en el operativo.
Entre las múltiples distinciones, en la edición de este año destaca la cruz al mérito policial con distintivo blanco a José Díaz Capa, fiscal coordinador de la Fiscalía de Menores; Raúl Izquierdo Rodríguez, director del área de Sanitat de la Delegación del Gobierno; Marines Maimó Boelhouwers, brigada de la Guardia Civil (Centro Operativo); Óscar Alfonso Merino Rebollo, director de seguridad de la Banca March; David Navarro Langa, capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil; Antoni Sureda Vicens, jefe de la Policía Local de Manacor (entregada en Manacor) y Juan Enrique Vercher Muñoz, suboficial mayor de la Unidad de Música Militar del Ejército.
Jarabo repasó durante su discurso la evolución que ha registrado el cuerpo en los últimos años, con nuevos medios y efectivos, así como algunas de las actuaciones más destacadas. El jefe superior fue crítico con la corrupción y centró buena parte del discurso a la seguridad de los turistas. Jarabo manifestó que «en Son Sant Joan se han superado este año todos los récords históricos de llegadas y salidas con 19.704.325 pasares hasta el mes de agosto, lo que ha supuesto un aumento del 6.26 por ciento respecto al año pasado. Hemos realizado 4.478.225 controles fronterizos directos», apuntó Jarabo.
«El cómo se sientan nuestros turistas influirá en que vuelvan a visitarnos. No obstante, se hace necesario que el modelo turístico de Balears sea una que tienda a expulsar del sistema todo aquello que lleve implícito comportamientos incívicos y, en este sentido, se precisa que se aminore la oferta a este tipo de turismo que aun siendo económicamente rentable, genera una importante toxicidad a esta industria y, por ende, un grave desprestigio para el conjunto de Balears», concluyó el jefe superior.