Un total de 502 menores fueron condenados por sentencia firme el pasado año 2016 en Baleares, lo que representa una tasa de 11,4 menores condenados por cada mil habitantes.
Esta tasa de 11,4 menores condenados por cada mil habitantes registrada en 2016 en las Islas es superior a la media, donde la media fue de 7,2 menores condenados, según la estadística de condenados publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el conjunto nacional, el número de menores condenados por sentencia firme descendió un 7,5 por ciento, pasando de 13.981 en 2015 a 12.928 en 2016, y también disminuyó un 8,4 por ciento el número de delitos cometidos por menores, siendo en su mayoría robos y lesiones.
El perfil de los menores condenados en 2016 es el de un varón (80 por ciento) de entre 16 y 17 años (58,4 por ciento) y de nacionalidad española (80 por ciento). Sin embargo, la tasa de menores por cada 1.000 habitantes de 14 a 17 años fue casi tres veces superior en los menores de nacionalidad extranjera (17,2), que en los de nacionalidad española (6,3). Por su parte, las mujeres menores condenadas representaron un 20 por ciento del total.
Atendiendo al número de infracciones cometidas, el estudio revela que dos de cada tres menores condenados cometieron una única infracción penal y uno de cada tres realizó más de una.
En cuanto a las medidas adoptadas, de los datos se desprende que en 2016 los jueces adoptaron 21.526 medidas, un 6,6 por ciento menos que en el año anterior. Las más frecuentes fueron la libertad vigilada (43,1 por ciento de los casos), la prestación en beneficio de la comunidad (15,1 por ciento) y la de internamiento en régimen semiabierto (11,6 por ciento).
Además, se observa que conforme aumenta la edad del infractor se incrementó la medida de prestación en beneficio de la comunidad, pasando del 13,3 por ciento a los 14 años al 16,9 por ciento a los 17, al tiempo que disminuyó la de libertad vigilada (del 46,3 por ciento a los 14 años al 39,4 por ciento a los 17).
Por nacionalidad, los menores extranjeros recibieron con más frecuencia medidas de internamiento en régimen cerrado (3,9 por ciento) e internamiento en régimen semiabierto (15,2 por ciento), que los españoles (1,5 por ciento y 10,6 por ciento, respectivamente).
En cambio, los menores extranjeros incurrieron con menos frecuencia en las medidas de realización de tareas socio-educativas (9,3 por ciento) y prestación en beneficio de la comunidad (14 por ciento), que los españoles (12,3 por ciento y 15,5 por ciento, respectivamente).
Por otro lado, la estadística revela que en 2016 se inscribieron 21.986 infracciones penales cometidas por menores, un 8,4 por ciento menos que en el año anterior, de las cuales el 90,4 por ciento fueron delitos y el 9,6 por ciento, faltas. El 81,4 por ciento fueron cometidas por hombres.
Según la tipología del delito, los de mayor incidencia fueron los robos (25,9 por ciento), los delitos de lesiones (21,3 por ciento) y los delitos de torturas y contra la integridad moral (8,6 por ciento). Entre las faltas, las más frecuentes fueron las realizadas contra las personas (56,6 por ciento) y contra el patrimonio (42,6 por ciento).
Infracciones, según la edad
Atendiendo a la edad, se observa que el número de infracciones cometidas aumenta con la misma. Así, las realizadas por jóvenes de 17 años (30,8 por ciento) supusieron casi el doble que las practicadas por chicos de 14 años (16,7 por ciento). El 77,8 por ciento fueron cometidas por españoles.
Por comunidades autónomas, Andalucía es la que más menores condenados registró (23 por ciento) seguida por la Comunidad Valenciana (15,1 por ciento) y Cataluña (11,8 por ciento). Este orden se mantuvo en el caso de menores de nacionalidad española pero no en el de extranjeros, colocándose en este caso Cataluña en primera posición (21,6 por ciento).
La ciudad autónoma de Ceuta, Islas Baleares y Canarias registraron las mayores tasas de menores de entre 14 y 17 años condenados por cada 1.000 habitantes del mismo rango de edad. Mientras, la Comunidad de Madrid, Galicia y Aragón presentaron los valores más bajos.