La Fiscalía y el juez instructor chocan por la investigación del gran incendio de la Serra que arrancó en Andratx y devoró 2.335 hectáreas en el verano de 2013. El magistrado ha dictado un auto en el que cierra la instrucción e iniciaba los trámites para juzgar el único investigado por causar el fuego: un hombre que tiró unas brasas en las que había hecho una barbacoa. El juez continuaba las actuaciones por un delito de incendio forestal por imprudencia grave, que podía llevar una condena de cinco años de prisión.
El ministerio público discrepa de la decisión del juez porque sostiene que existió un grave peligro para la salud de las personas en este siniestro, el más grave que se ha producido en las islas. De esta manera pide que la Audiencia imponga la apertura de un sumario para poder acusar por este delito pero en una modalidad más grave: la misma que ya se reclamó para el autor del incendio de Morna, en Eivissa, para el que se reclamaban once años de cárcel, si bien éste fue finalmente absuelto.
El incendio se inició por la mañana del 26 de julio de 2013. El encausado, en eso coinciden el juez y la fiscal, había hecho la noche antes una barbacoa con unos amigos. Hizo el fuego sobre una carretilla de metal y, por la mañana arrojó los restos en su finca sin comprobar previamente que estuvieran apagados del todo. Era un día de mucho calor y se produjo un incendio que se propagó a toda velocidad por el término municipal. Los servicios de extinción tardaron once días en darlo por terminado y, en ese tiempo ardieron 2.139 hectáreas del municipio de Andratx, 188 en Estellencs y ocho en Calvià. La diferencia de criterio entre el juez y la fiscal estriba en si en todo ese proceso existió un riesgo grave y real para la vida de personas. El ministerio público apunta a momentos como la noche del 28 de julio cuando los servicios de emergencia decidieron evacuar el pueblo de Estellencs ante la cercanía de las llamas. La Audiencia tendrá que decidir en las próximas semanas.