Una mujer acaba de evitar la prisión y ha sido condenada a cinco años de libertad condicional por abandonar a su hijo recién nacido en un cubo de basura después de tratar tirarlo por el WC de un hospital, alegando que creía que el bebé estaba muerto.
Según consta en su condena y publica el Daily Mail remitiendo a una información del Iowa Press Citizen, la joven de 22 años colocó al bebé dentro de una funda de almohada y lo depositó entre los desperdicios, aunque afortunadamente un trabajador lo encontró aún con vida poco después.
La mujer declaró que creía que el bebé había nacido muerto porque no lloraba. Después de ponerlo en el cubo limpió la escena, abandonándola. En el juicio aseguró que no tenía ni idea de estar embarazada hasta el momento en que se puso de parto.
La magistrada encargada del caso ordenó que se le practicara un examen psiquiátrico, que concluyó que la madre sufría de trastorno de estrés postraumático. También explicó que negaba la realidad del embarazo a causa de las secuelas causadas por una enfermedad grave sufrida por su primer hijo.
La jueza admitió en la sala de audiencias que «no era fácil» dar a la acusada la libertad condicional en lugar de enviarla a prisión, pero a su favor tuvo en cuenta la falta de antecedentes, su aún corta edad y el compromiso de buscar ayuda profesional para tratar sus trastornos mentales.