La Asociación para la Integración del Pueblo Gitano de Balears interpuso este domingo una denuncia contra los responsables de una piscina de Bunyola a la que acusan de no permitir la entrada a los gitanos.
Manuel Alameda, presidente y portavoz de la citada asociación, afirma que «en los últimos meses estábamos recibiendo muchas quejas por parte de los asociados porque en la piscina de sa Font Seca se prohibía la entrada a los gitanos. Por ese motivo, el pasado domingo acudí personalmente a comprobarlo. Al querer acceder al recinto, el responsable del local me dijo que aquello no era una piscina pública y que solo tenían acceso clientes habituales o personas conocidas».
Tras entablarse una pequeña discusión entre ambos interlocutores, el denunciante asegura que el responsable de la piscina cogió una bate de béisbol y le dijo que la única hoja de reclamación que le iba a dar era «la del palo de madera que tenía en sus manos» y que «lo iba a poner fino». Además, prosigue, le dijo que el local tenía reservado el derecho de admisión, y que allí entraba quien él quería, manifestando también que «en el lugar no querían a los gitanos», según figura en la denuncia.
Nueva denuncia
En la mañana de este pasado domingo, un fotógrafo de este periódico acudió al exterior de la piscina junto al presidente de la asociación gitana para hacer unas fotografías para ilustrar esta información cuando, por sorpresa, el dueño del local amenazó a Manuel Alameda y le sujetó del brazo. Acto seguido, se interpuso una nueva denuncia en la Policía Local de Bunyola.
En la página de Facebook de sa Font Seca pueden verse numerosas quejas y denuncias por el trato dispensado a los gitanos en dicha piscina que se anuncia como pública. Varias personas, residentes en otros municipios y sin tener vinculación alguna con la propiedad, han acudido al recinto y tras pagar 5 euros (no se entrega ticket) han podido disfrutar de las instalaciones.