Isaak Komisarchik, un anciano de 82 años que vivía en Denver (EE.UU.), fue encontrado muerto en el interior de un ascensor tras pasar un mes encerrado sin recibir auxilio. El hombre había sido dado por desaparecido el pasado 5 de julio y no se encontró su cuerpo hasta el pasado día 2 de agosto en el ascensor de un edificio residencial. Precisamente fueron los vecinos quienes alertaron por el fuerte olor que salía del ascensor, en esos momentos en fuera de servicio.
El hombre fue visto por última vez en pijama cerca de un centro de salud. Cuando fue dado por desaparecido, se distribuyeron carteles con su fotografía.
Komisarchik sufría demencia, lo que podría explicar por qué usó el ascensor que estaba fuera de servicio.Sin embargo, se tiene constancia de que el hombre efectuó dos llamadas de auxilio en un intervalo de siete minutos desde el interior del ascensor, aunque nadie respondió.
El portavoz de la policía de Denver, John White, ha explicado que «el ascensor no estaba inoperable», lo que se contradice con los numerosos informes que detallan que el ascensor no funcionaba. Por ello, la policía investiga cómo el anciano entró en el ascensor y por qué no fueron atendidas sus llamadas de auxilio.