Los gritos en francés despertaron a algunos vecinos de la calle Joan Maragall de Palma. Eran las seis de la madrugada del viernes. Un joven galo, sin camiseta y en ropa interior, perseguía a un hombre que recogía chatarra con un carrito en el parque de delante de Emaya. El agresor corría con un cuchillo y un candado de moto en las manos. «Me he asomado a la ventana y he visto a un joven que perseguía a un indigente hasta que ha caído o lo ha derribado», cuenta una vecina. «Había sangre por todo, la agresión pareció indiscriminada». Otro testigo que pide acabar con este tipo de turismo define a los jóvenes franceses como hooligans.
El individuo golpeó en la cabeza al indigente y le acuchilló en piernas y brazos. Los amigos del agresor pedían a gritos que parara. El herido se intentó defender, le lanzó el carrito y pudo escapar.
Los restos de sangre en la acera trazaban el recorrido que hizo el agresor al volver al piso de alquiler vacacional donde se alojaba, junto a unos 10 amigos. Un quinto piso en el número 11 de la calle Joan Maragall. El francés también resultó herido. Había gotas de sangre en el portal y en el ascensor del edificio.
La Policía Nacional localizó pocos minutos después al perjudicado. El hombre fue trasladado al hospital. Los agentes dieron varias batidas para encontrar al presunto agresor. Fue identificado por varios vecinos que presenciaron la escena desde el balcón de sus domicilios. Los policías lo interceptaron gracias a la colaboración de los testigos que vieron cómo se introducía en el edificio del número 11.