Uno de los investigados por amenazas en el 'caso Cursach' ha cambiado su declaración ante el juzgado y, si bien en un principio aseguró que en Tito's había fiestas con prostitutas y drogas para policías, ahora ha rectificado y ha dicho que se expresó de aquella manera al sentirse coaccionado y amenazado por el testigo protegido número 29.
Su declaración tuvo lugar el 6 de este mes y en ella explicó, ante las preguntas del Ministerio Fiscal, que dicho testigo le convenció para que declarase, además, sobre una agresión de un policía al testigo aunque él no la había visto. «¿Qué más da? Tú dilo y te quitas todo esto de encima», asegura que le dijo.
Asimismo, señaló que el testigo le aportó información por escrito de lo que tenía que contar y también le dijo que el juzgado se encargaría de proporcionar las fotos de los policías a quien tenía que reconocer.
A esto, el declarante, que es de nacionalidad rumana, le contestó que no quería hacerlo y, según explicó, el testigo le amenazó y le dijo que volvería a la cárcel ya que contaba con la «confianza de todo» el equipo de investigación.
Respecto a las supuestas amenazas de otro investigado, M.C.S. al testigo 29, que en un primer lugar avaló, explicó que se expresó así al haber sido coaccionado por dicho testigo.
Preguntado por los investigadores que por qué tiene miedo al testigo, este contestó que estaba «siguiendo, vigilando, llamando continuamente» y que las amenazas consistían en que le iba a volver a meter en la cárcel y también metería a su antigua pareja.
En relación a dónde estaba el día en que en principio dieron una paliza al testigo, contestó que él llevaba «dos semanas» en las que después de trabajar se encierra en casa «por miedo a que se invente alguna historia».
Tras esto, el fiscal ha solicitado que se investiguen las «gravísimas imputaciones» vertidas hacia los investigadores, concretamente «hacia el juez y el fiscal de la causa en el sentido que le pondrían delante las fotos de los policías locales» que querían que «reconociera».
Cabe recordar que este martes, el Juzgado de lo Penal número 4 de Palma juzga a M.C.S por amenazas a este mismo testigo protegido. Según el escrito de acusación, el encausado manifestó a un conocido suyo y en referencia a él que «quitaría de en medio al mariquita de Tito's».
En concreto, dijo -según se puede leer en el escrito- que «lo planeaba de dos maneras: meterlo en un coche y tirarlo por un puente simulando suicidio o simular un ahorcamiento... que ya lo había hecho en otras ocasiones y que como coartada sacaría un billete a Ibiza el mismo día».
Desde la Fiscalía se considera que estas manifestaciones y otros comentarios, tenían por objeto que se «sintiera intimidado» y que no declarase «en el procedimiento judicial no declarase contra los intereses de Grupo Cursach Ocio».
SEGUIMIENTOS EN CENTROS COMERCIALES
Además, el testigo también habría sufrido «seguimientos en centros comerciales, en la vía pública y en las inmediaciones de su casa» y, por otra parte, habría recibido en su buzón «mensajes anónimos con cruces dibujadas y con «literales tales como, R.I.P».
Debido a esto, la Fiscalía le pide tres años de cárcel y 16 meses de multa a razón de 30 euros de cuota al día.