Una joven de origen británico se enfrenta a una pena de prisión, acusada de asesinar a su hija de dos años. El juicio se ha llevado a cabo en la ciudad de Strafford. Cody-Anne Jackson, la madre, ha declarado que asfixió a su hija, Macey, hasta la muerte con una toalla.
Pero antes de cometer el asesinato, la madre envió a Paul Hogan, el padre, una fotografía de la niña acompañado de un texto que decía: «Lo siento, sólo pensé que merecías una última foto y recuerdo de ella», según el diario británico The Sun.
Cuando las autoridades se personaron en la casa de la mujer, encontraron a Jackson con heridas de cuchillo y una nota de suicidio, que finalmente no se produjo.
Hacía una semana que el padre de la menor decidió abandonar la vivienda familiar. Ahora, la sentencia del juicio será dictada el próximo 27 de julio.