David Oubel, el parricida confeso de Moraña (Pontevedra), será el primer condenado en España a la pena de prisión permanente revisable tras haber aceptado todas las conclusiones del fiscal, incluida su petición de pena.
La prisión permanente revisable figura en el Código Penal desde la reforma de 2015 para castigar casos de especial gravedad. Por ello se aplica en casos de terrorismo, pero también para asesinatos en los que la víctima sea menor de dieciséis años de edad o cuando se trate de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad; también para asesinatos derivados de delitos contra la libertad sexual o por asesinatos cometidos por miembros de un grupo u organización criminal o asesinatos reiterados o en serie, además de casos de genocidio o de lesa humanidad.
La prisión permanente revisable tiene una duración indeterminada, pero sujeta a revisiones: tras el cumplimiento de una parte considerable de la condena y si acredita la reinserción, el reo puede obtener la libertad condicionada a que no cometa nuevos hechos delictivos.
Se trata de una norma controvertida que toda la oposición quiere derogar, como se manifestó en una proposición no de ley aprobada en el Congreso en ese sentido. La del parricida de Moraña será la primera sentencia en la que se aplique, pero los fiscales ya han pedido condenas en ese sentido en varios casos, en la mayoría sin éxito.
Por ejemplo, en el caso Francisco Morillo Suárez, por la violación y asesinato en febrero de 2016 de una mujer en el parque de María Luisa de Sevilla. La Audiencia de Sevilla optó por condenarle a 39 años de cárcel, una decisión que el Ministerio Público ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Hay casos en los que la Fiscalía o las acusaciones han pedido esa medida en su escrito provisional pero de los que aún no se ha celebrado el juicio. Así, la Fiscalía Provincial de Madrid pidió prisión permanente revisable para una pareja (Katherine Amelia H.G. y Jhon Fredy M.O) que asesinó a un bebé de 20 meses, hijo de ella, que fue maltratado hasta que murió en mayo de 2016.
Ahora, David Oubel, el parricida confeso de Moraña (Pontevedra), se ha convertido en el primer reo en ser condenado a la prisión permanente revisable, después de que aceptará la medida, tras declararse culpable del asesinato de sus hijas con una sierra radial.