La Guardia Civil detuvo este viernes a dos sospechosos británicos de incitar a turistas a poner denuncias falsas por intoxicación alimentaria en hoteles de Mallorca. Se trata de un fraude que se ha disparado en la Isla, protagonizado por despachos británicos que captan a veraneantes dispuestos a denunciar, y ahora se investiga si hay una estructura organizada para obtener indemnizaciones millonarias.
La investigación la ha llevado a cabo el cuartel de Pollença en colaboración con el Grupo de Información y este viernes, por primera vez en Mallorca, fueron imputados dos sospechosos que contactaban con veraneantes británicos en hoteles de Alcúdia y les convencían para que denunciaran intoxicaciones alimentarias falsas.
Este tipo de reclamaciones son muy habituales en el Reino Unido, donde hay despachos de ‘solicitors' o ‘claim farmers' que se dedican exclusivamente a tramitar este tipo de demandas. Anteriormente, se habían dedicado a cobrar del seguro por accidentes con esguince cervical, pero después cambió la normativa y las indemnizaciones dejaron de ser tan sustanciales, lo que arruinó el negocio ilícito paralelo que se había montado. El año pasado ya se advirtió un aumento vertiginoso de las reclamaciones por supuestas intoxicaciones por alimentos en mal estado y este año la tendencia es la misma.
Durante la investigación se ha descubierto que a los veraneantes les recomendaban que recopilaran «pruebas» falsas de que habían enfermado por comida en mal estado del hotel, tales como fotografías de papeleras llenas, recetas de farmacia y que acudan a centros de salud asegurando que padecen molestias gastrointestinales.