Susto en el andén. Una mujer que viajaba en el tren de las 11.30 horas que cubre el trayecto entre Inca y Lloseta le tocó vivir el pasado martes una auténtica pesadilla.
Viajaba en compañía de su bebé que llevaba dentro del cochecito. Al llegar el tren a la estación de Lloseta las puertas automáticas de abrieron. En ese instante, varios pasajeros comenzaron a bajar. La mujer sacó el cochecito con el bebé en su interior y en ese instante, antes de que tuviera tiempo de salir del vagón, el tren cerró las puertas automáticas dejándola encerrada dentro del convoy mientras que el niño se quedó solo en el andén. La madre tuvo que ir hasta Binissalem, esperar el tren de vuelta y regresar hasta la estación de Lloseta.
Afortunadamente, varias personas se quedaron velando por la seguridad del pequeño. Han interpuesto una queja en SFM y en la Policía Local de Lloseta.