La Guardia Civil, mediante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), está investigando una nueva muerte de perros por envenenamiento en una finca de Ariany.
Los hechos sucedieron el pasado 29 de marzo cuando dos canes de raza cocker y otro de rater mestizo fallecieron con síntomas de haber injerido un tóxico. La sospecha se confirmó tras la asistencia de un veterinario que nada pudo hacer para salvar la vida a los dos perros.
En la finca en cuestión viven nueve canes propiedad de Francisca Garcías y su hija. La suerte quiso que solo dos probaran el veneno que iba camuflado en trozos de sobrasada. «En un punto de la finca encontramos veneno para matar a 25 personas», comenta la propietaria que se muestra indignada por el hecho de que «a veces viene mi nieta a ver a los perros y quien me asegura que no coma algún resto de veneno».
Pero no se trata de un caso aislado. El 11 de diciembre de 2015, mediante el mismo modus operandi, murieron cuatro de los cinco perros que estaban en dicha finca del camino de sa Garriga de Ariany. Solo uno de salvó.
Según las investigaciones de la Benemérita, el tóxico que se ha empleado para matar a los perros sería un veneno contra los caracoles que se suele utilizar en las granjas. El caso ya está en los juzgados y se espera que la Guardia Civil concluya en breve las investigaciones.