La investigación apunta a que el turista belga de 20 años que cayó el jueves noche desde un décimo piso de un hotel de s'Arenal estaba discutiendo con su pareja sentimental y se precipitó desde esa altura debido a que estaba bebido. El Grupo de Homicidios ha descartado que fuera empujado de forma intencionada.
Antes de la medianoche la Policía Local de Palma y la Policía Nacional fueron movilizados para acudir a un hotel de la Avenida América, donde un turista acababa de fallecer en extrañas circunstancias. Dos ambulancias acudieron también a esa dirección y confirmaron que la víctima estaba muerta. Durante la caída se golpeó con una esquina del edificio.
Al llegar los agentes, un testigo contó que había visto al joven y su acompañante forcejeando en el balcón de su habitación, por lo que en los primeros momentos se barajó la posibilidad de que pudiera tratarse de una muerte violenta. La trayectoria de la caída, sin embargo, no apuntaba en esta dirección.
En la habitación de la pareja se hallaron señales de violencia, pero no quedó claro si se trataba de una disputa de esa misma noche o de horas antes, cuando la policía ya tuvo que acudir al hotel porque los novios se estaban peleando. Los investigadores creen que el fallecido pasó sobre la barandilla y que, debido a su embriaguez, se precipitó al vacío.
Durante varias horas, los agentes reconstruyeron lo ocurrido y se entrevistaron con el personal del hotel. Los jóvenes llevaban dos días en Mallorca.