«Sólo me hubiera gustado que alguien del Mallorca me hubiese llamado para interesarse por el estado de mi hija, que sólo tiene 9 años. Estuvo más de una semana recuperándose del traumatismo craneal porque le cayó encima la puerta de uno de los baños de Son Moix y yo tuve un ataque de ansiedad al verla casi aplastada. Nadie se ha disculpado».
Mari Carmen Bahana, vigilante de seguridad en Palma, relató ayer a Ultima Hora cómo se produjo el accidente, hace más de un mes, en el estadio de Son Moix. Durante el descanso del encuentro, la menor fue al baño y su madre la acompañó: «Oí un ruido tremendo y fui a ver qué pasaba. La puerta de uno de los aseos se había desencajado por completo y había caído sobre Carmen. Me puse nerviosísima porque estaba aplastada por la madera y no sabía cómo se encontraba. Grité pidiendo ayuda porque yo sola no la podía levantar y me ayudó una mujer».
La niña había recibido un golpe fuerte en la cabeza y estaba aturdida: «La policía vino enseguida y nos acompañaron a la ambulancia del estadio. Los médicos la atendieron y en ese momento yo tuve un ataque de ansiedad». Tras salir del estadio, Mari Carmen recuerda que «esa noche no pegué ojo: la despertaba cada momento para ver si estaba bien». Al día siguiente, acudieron a un médico, que confirmó que la menor sufría un traumatismo craneal. La madre insiste en que no quiere una indemnización: «No buscamos dinero, sólo una disculpa. Lo hemos pasado muy mal y nadie del club se ha preocupado», denunció.