El exjefe de la Patrulla Verde también rechaza declarar ante el juez Penalva sobre su relación con el empresario Bartolomé Cursach.
Gabriel Torres, uno de los policías a los que los investigadores atribuyen un papel más destacado en la trama, fue citado este martes para responder sobre el supuesto trato de favor dado a las discotecas y establecimientos del grupo. Al igual que los policías que declararon el lunes, optó por acogerse a su derecho a no declarar, al menos mientras las pesquisas permanezcan bajo secreto de sumario.
El auto del juez Penalva recoge un episodio en el que Torres reprendió a un agente por elevar una sanción a uno de los locales de Cursach por la música. Según el relato de este agente, su jefe en la Patrulla Verde le dijo que tenía que hacer las inspecciones en un día y una hora concreta. Sin embargo, por necesidades del servicio, fueron en otro momento y detectaron la infracción. A raíz de esta sanción, el agente declaró que fue presionado por Torres y que, más tarde, fue llamado por el comisario Mut a su despacho y que allí, de nuevo le presionaron para que modificara el atestado con uno de los directivos del grupo presentes.