Medio centenar de estorninos aparecieron ayer muertos en las inmediaciones de Dalt Murada, a los pies de la catedral de Palma. Un hecho similar tuvo lugar el pasado 12 de febrero, cuando otros 250 estorninos murieron en el mismo sitio.
Una vez que los agentes de la Policía se hicieron cargo de la situación, avisaron a los efectivos de Sanidad de Son Reus, que recogieron los cadáveres y levantaron un precinto en la zona. Ahora se está a la espera de que la Conselleria de Medi Ambient gestione la analítica.
Los análisis de las otras aves que se realizaron en un laboratorio de Madrid apuntaron a un envenenamiento.
Estas aves, que viven en grandes bandadas, podrían ser molestas para algún vecino.