Los dos principales acusados del homicidio de un anciano, tras entrar a robar en una vivienda del Port de Pollença y darle una paliza, en diciembre de 2013, han negado este lunes las acusaciones en el juicio celebrado en la Audiencia de Palma, donde afrontan peticiones de condena de 25 años de prisión cada uno.
Según la Fiscalía, los dos principales acusados entraron en una vivienda en el Port de Pollença, sorprendieron al dueño, un hombre de 78 años, y uno de ellos lo maniató y lo golpeó brutalmente por todo el cuerpo mientras le reclamaba que le entregara dinero. Mientras tanto, el otro asaltante encerró a la esposa del anciano en un baño.
Los agresores se marcharon tras robar 35 euros y dejaron al hombre inconsciente y maniatado. Como consecuencia de las lesiones sufridas en la agresión, el hombre falleció días después.
Para poder entrar, dieron sobrasada con un narcótico a los perros que tenía el matrimonio. El fiscal considera que días antes de la agresión por la que murió el hombre, los mismos acusados, ayudados de un tercero también acusado, habían intentado entrar a robar en la vivienda por el mismo sistema, pero desistieron de apropiarse de cosas de valor y huyeron cuando se disparó la alarma.
El hijo del fallecido, que ha declarado como testigo ante el tribunal, ha relatado que, según le contó su propio padre en el hospital, el asalto ocurrió por la mañana, cuando «quitó la alarma como siempre, fue a buscar el periódico, volvió a entrar y entonces entraron por una puerta de acceso a la cocina, entraron rápido, no le dio tiempo a reaccionar y ya lo agredieron allí».
Iban con la cara tapada con una máscara y llevaban guantes y un cuchillo que no utilizaron.
La mujer ha relatado que uno de los agresores era alto, delgado y musculoso y el otro más rechoncho, y que este segundo la apartó y se la llevó de la estancia donde golpeaban a su marido. Aunque no vio la agresión, ha contado que «oía cómo le daban, como chillaba y al otro como le insultaba».
La exmujer de uno de los principales acusados, que ha declarado como testigo, ha relatado que su exmarido acudió a despedirse de ella a principios de 2014 y le contó que se marchaba a Chile porque habían entrado a robar en una casa «las cosas habían salido mal y se tenía que ir». Llamó a la Guardia Civil para denunciarlo.
Ese acusado ha negado ante el tribunal haber estado nunca en la casa donde ocurrió el robo y ha atribuido la denuncia de su exmujer a que le odia porque le considera responsable de que ella tuviera que cumplir una pena de prisión y por estar con otra mujer.
El otro acusado principal ha reconocido haber estado en la, vivienda la primera vez que intentaron entrar a robar pero ha negado haber participado en el segundo asalto, cuando la víctima fue agredida.
Ha relatado que la idea de robar en esa vivienda cercana a donde vive fue suya y que él se lo propuso al otro principal acusado, que sumó al hijo de su exmujer. Ha contado que lo hizo porque necesitaba dinero y porque le contaron que el matrimonio había vendido unos hoteles y que podía haber dinero en la casa.
Intentaron dormir a los perros para que dejaran de ladrar y forzaron la puerta con un destornillador, pero desistieron cuando sonó la alarma.
Ha contado que cuando el otro acusado le propuso volver a intentar el robo días después, se negó por «el susto que había pasado» en la primera ocasión cuando estuvieron a punto de atraparlos.
El tercer acusado ha señalado a uno de los acusados pero ha negado que el otro, exmarido de su madre, estuviera implicado y ha apuntado a un tercer hombre que no conocía.
Ha admitido haber ayudado en la vigilancia la primera vez que intentaron entrar y ha negado ninguna otra implicación.
La fiscalía pide 25 años y 6 meses de prisión para los dos principales acusados por homicidio, detención ilegal, robo con violencia y tentativa de robo con fuerza en casa habitada. Para el tercero solicita 2 años de cárcel por el intento de robo.
Tras la primera sesión celebrada este lunes, el juicio continuará el miércoles ante la sección segunda de la Audiencia de Palma.