Los policías locales de Capdepera tienen a diario doble trabajo: velar por la seguridad de los ciudadanos y por la suya propia, debido al lamentable estado en que se encuentran sus instalaciones. Hace más de diez años que los agentes reivindican mejoras y, a pesar de que hay un proyecto de un nuevo cuartel, las nuevas instalaciones no llegan a materializarse debido a discrepancias políticas entre los representantes municipales.
Las actuales dependencias policiales están situadas en un almacén viejo que no reúne las condiciones de seguridad y carecen de acceso para personas con discapacidad para subir a los despachos de oficiales y el subinspector. El tejado es de uralita con placas de amianto.
Tras las lluvias de estos últimos días ha entrado agua en varias dependencias debido a las goteras, equipos informáticos y demás material han resultado afectados. Ante la lamentable situación de las instalaciones, algunos funcionarios han expresado su malestar por las condiciones en las que deben trabajar.