Los dos boxeadores búlgaros detenidos por extorsionar a mendigos ingresaron en prisión tras declarar en el juzgado de Palma, el pasado jueves. La investigación policial ha descubierto que las víctimas estaban esclavizadas y atemorizadas.
Los dos búlgaros controlaban a dos jóvenes que habían captado en su país bajo falsas promesas, ya que ambos carecían de empleo estable. A uno de ellos le ofrecieron un trabajo en la recolección de naranjas con casa gratis en el Caribe. Al otro le propusieron ejercer la mendicidad a medias con su captador. En los dos casos, los traslados corrían a cargo de los presuntos tratantes.
Sin embargo, al llegar a Mallorca, uno el pasado mes de octubre y el segundo hace menos de un mes, comenzaron a vivir un infierno. Los dos arrestados, que practican boxeo y artes marciales, los obligaban a ejercer la mendicidad, de las 09.00 a las 21.30 horas, en centros comerciales de Santa Ponça y en la zona de Ocimax, en Palma. La recaudación diaria de cada uno tenía que ser de cien euros como mínimo. Si no lograban esta cantidad, les daban una paliza a puñetazos o con una barra de hierro.