Carlos Azurza, un cirujano plástico argentino, fue detenido el pasado viernes cuando se operaba a sí mismo para alargarse el pene en la clínica clandestina que tenía en Mendoza (Argentina).
El médico fue detenido junto a su asistente. El motivo de su detención no es la operación a la que se estaba sometiendo, si no que es sospechoso de haber provocado la muerte de una paciente, según recoge el diario Clarín.
El médico está acusado de mala praxis tras haberle realizado a la mujer una liposucción y un implante de glúteos. Cinco días después, ya en su casa, la paciente falleció como consecuencia de estas dos operaciones.
Pese a trabajar en un hospital, el cirujano no tenía autorización para realizar este tipo de operaciones estéticas y además su clínica no contaba con las licencias oportunas.
Tras su detención, el cirujano fue trasladado a un hospital, ya que presentaba principio de gangrena en la zona intervenida.