El juez Manuel Penalva envió, en la noche de este martes, a la cárcel a cuatro policías locales de Palma, entre ellos el excomisario Rafael Estarellas. El agente negó que participara en espionajes a jueces y fiscales desde un piso franco. Varios testigos de la trama corrupta apuntan a que algunos policías disponían de un apartamento desde el que vigilaban a jueces y fiscales.
En el ordenador de la policía detenida, los investigadores hallaron una carpeta con datos encriptados. Era información de los escoltas de la Alcaldía. Estarellas dijo que desconocía el contenido del ordenador de su compañera. La jornada de declaraciones en los juzgados de Vía Alemania duró más de doce horas.
Desde las diez de la mañana, cinco agentes detenidos el lunes fueron interrogados por el magistrado y el fiscal Miguel Ángel Subirán. El policía Jaume Garau, exportavoz sindicalista, quedó en libertad.